Lo que la experiencia otorga, es invaluable. Va formando tu opinión y perspectiva del mundo. Te va forjando, sometiendo e insultando ferozmente.. sin resguardos. Y nunca nadie, va a entenderte, porque no pasó por esa situación. Tan sencillo como eso.
Porque no se vio obligado simplemente a callar y asentir. Como si fueras un mueble, un objeto, algo pesado que arrastran consigo. Una pesadilla, una masa inerte sin sentimientos. Como si pudieran hacer con vos lo que quieran.
Y acá estoy yo, luchando para no llorar, sabiendo que NADIE va a poder callarme NUNCA mas.
1 comentario:
La última frase...nunca llores por quien no lo merece
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