La incertidumbre de no saber qué hacer, qué decir, o cuándo todo el tiempo se apoderaba de mi. Pero un día, ahogada en esa espera interminable, en la que sabia que el no iba a dar la cara, no iba a decirme lo que sentía por mi, le dije, o mejor dicho, una amiga se lo dijo.. por MSN. Que necesitaba verlo de vuelta. Que si el quería o no. ¿Y el que hizo? NADA. Si, si..nada. No me contestó. A las 4 hs se desconectó. Sin darme respuesta alguna. Nunca había sentido tanta frustración en mi vida, no esperaba eso..¿O si? Era lógico viniendo de ÉL. ¿Me había confundido? ¿Había mal interpretado las cosas, todos esos "signos positivos" que había creído ver? Pero la frustración, era muchisimo mejor que la duda eterna, yo había hecho lo que sentía que tenia que hacer. Yo me había jugado. Mientras que él..
Al otro día, a la tarde recibí un SMS suyo, no lo podía creer..decia que ese día no se iba a poder conectar, que al día siguiente hablabamos. ¿Todavía quedaba una oportunidad?
Y así fue, se conectó. Empezamos a hablar de pavadas varias, como siempre. No quise sacar el tema.